La clave del éxito radica en que los discos de siembra tienen una mayor profundidad de trabajo que las herramientas frontales de cultivo. De este modo, el surco de siembra se corta como una ranura estrecha en una capa de suelo no cultivada más firme.
Cuando la semilla se coloca en el surco de siembra, puede beneficiarse de la capacidad de transporte de humedad del suelo no cultivado circundante. Esto ofrece una excelente oportunidad para que la semilla comience rápidamente su proceso de crecimiento, dándole ventaja sobre las malezas y las babosas.
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