El objetivo de una sembradora directa es colocar la semilla directamente en los residuos del cultivo anterior con una alteración mínima del suelo (sólo se cultiva un 5-20% de la superficie del suelo). Esto puede suponer una serie de ventajas, más o menos importantes según las condiciones.
En gran parte del mundo, la disponibilidad de agua es el factor que limita directamente el rendimiento. La siembra directa ahorra humedad en la germinación al dejar el suelo inalterado y permitir que los residuos de la cosecha permanezcan en la superficie como una buena protección contra la evaporación. Las consideraciones económicas también influyen, ya que en muchas de las zonas en las que la escasez de agua restringe el rendimiento a niveles bajos, el laboreo del suelo no es viable desde el punto de vista financiero.
Dejar la mayor parte de la superficie del suelo sin alterar bajo una cubierta de paja proporciona una buena protección contra la erosión del agua y del viento. La pérdida de nutrientes del suelo y de las plantas a través de la erosión tiene efectos económicos y medioambientales negativos.
La omisión de otras operaciones de laboreo disminuye naturalmente la necesidad de tiempo y los costes por hectárea. La disminución de la necesidad de tiempo es una consideración importante en los campos grandes y también en, por ejemplo, la siembra de otoño del raps en las zonas de cultivo del norte, donde el período entre la cosecha y el laboreo es muy limitado.
La omisión de la labranza del suelo en un sistema de cultivo da lugar a ciertos problemas:
- Los residuos de la cosecha en la superficie del suelo pueden propagar enfermedades transmitidas por la paja
- No se puede corregir la distribución desigual de los residuos de la cosecha
- Las semillas no deseadas tienen que ser controladas con productos químicos
- Las plagas como las babosas y el mosquito de la flor del trigo pueden multiplicarse
- Las huellas de las ruedas y la compactación del suelo no pueden repararse mecánicamente
La herramienta más importante para hacer frente a los problemas que se producen en los sistemas de siembra directa es una buena rotación de cultivos. Sin embargo, para algunos problemas como las babosas y las plantas voluntarias es necesario el control químico.
Las calles fijas (CT - Controlled Traffic) permiten controlar las huellas de las ruedas y los daños por compactación y son cada vez más comunes en los sistemas de siembra directa.
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